Este viernes 30 de junio de 2023, un grupo de funcionarios, funcionarias, académicos y académicas de la Universidad de Playa Ancha cesarán sus actividades laborales, tras haberse acogido a las leyes de Incentivo al Retiro (N° 21.043 y N° 20.996) para quienes se desempeñan en instituciones de Educación Superior Estatales, las cuales otorgan una bonificación adicional, como también facultan a las casas de estudios para conceder otros beneficios.
Las personas que concluirán esta etapa para continuar su camino colmado de sueños y proyectos, se desempeñaron en las facultades de Arte, de Ciencias de la Educación, de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, de Ciencias de la Salud y en las direcciones generales de Desarrollo Estudiantil y Vinculación con el Medio.
Y para decirles adiós de manera amorosa, respetuosa y desearles el mayor de los éxitos en sus futuros andares e iniciativas, como también agradecer su amplia trayectoria, compromiso y gran aporte en la co-construcción de la Universidad, la Dirección de Administración y Recursos Humanos y el Servicio de Bienestar del Personal, organizaron un acogedor desayuno y, a la vez, una emotiva actividad de despedida en la cafetería “Greka Coffee House” de Valparaíso, en la cual se hicieron partícipes diversas autoridades institucionales.
Sobre la ceremonia, Ximena Núñez Celedón, directora de Administración y Recursos Humanos, comentó que esta actividad de reconocimiento se “realizó con mucho cariño, porque teníamos la necesidad de expresarles que fueron muy bien considerados al interior de la Universidad, de acuerdo a la labor que desarrollaron durante todos estos años de servicio en la institución, además de reconocer y valorar su aporte como personas, académicos y funcionarios”.
Al respecto, Catalina Rojas Martínez, prorrectora de la Universidad, relató que le tocó trabajar con todos y todas en algún momento, lo cual fue muy gratificante. “He aprendido de cada uno y una, he crecido y me han enseñado demasiado, por lo tanto, quiero desearles lo mejor en el camino que van a emprender y espero que todas esas ideas que en algún minuto echaron a volar al interior de la Universidad se reactiven y sigan creciendo, porque la vida continúa. Agradezco a todos y todas por sus años de esfuerzo, sacrificio, tolerancia y más”.
Cabe señalar que el “Incentivo al Retiro”, contempla un plazo específico para efectuar la renuncia a la Universidad y que, luego, “el cese de funciones se concreta cuando les otorgamos el artículo 9 de la Ley N° 20.374 y este acontecimiento se produce hoy, por eso quisimos realizar la despedida el jueves. Y en esta instancia, les hicimos entrega de un diploma de reconocimiento por los años de servicio, junto con documentos que les permiten realizar los trámites posteriores a su retiro”, detalló Núñez.
La actual jefa (s) del Servicio de Bienestar del Personal, Giovanna Zunino Mardones, explicó que las personas jubiladas “podrán seguir siendo socios y socias de Bienestar y acceder a todos los beneficios, como seguros de salud, beneficios de las cargas y actividades de la unidad, con la única diferencia de que tienen que realizar el aporte económico que antes entregaba la Universidad. Esto es opcional”.
Por lo mismo, se les hará llegar un correo personalizado con los procedimientos para mantenerse en Bienestar, con información vinculada a los beneficios y con los datos de contacto del equipo. “Y cuando volvamos a nuestra oficina, la misma estará abierta para ellos y ellas ante cualquier duda, consulta y/o sugerencia”, aseveró Zunino.
Vivencias y agradecimientos
Amada Fuentealba Benavides ingresó a los 18 años a la UPLA (cuando era la Universidad de Chile) y ahora se retira con 73 del plantel; “entonces, fue toda una vida al interior de ella. La Universidad ha sido una verdadera escuela para mí, ya que me ha dado fuerza, he adquirido conocimientos, he aprendido a respetar a la gente, e incluso a valorar a ciertas personas y a otras no tanto, lo cual es parte de la vida. La UPLA posee un espíritu diferente al de otras universidades, tiene algo que es la empatía y, además, destaco la experiencia que me dio el Ballet Gimnástico, la posibilidad de viajar y el poder conocer a las personas más íntimamente, que es algo que no te otorga otra institución”.
Laura García Reyes, más conocida como Mónica, se encuentra viviendo su último día como secretaria en la Dirección General de Vinculación con el Medio. Sobre su pasar por esta casa de estudios, comentó: “Nunca imaginé que estaría 35 años en la UPLA. Aprendí mucho, en especial a conocer gente, porque existe una gran diversidad de personas y caracteres con los cuales te debes relacionar, más en cargos como el mío que siempre fue de secretaria de Dirección. Lo pasé bien en la Universidad, tuve muy buenas relaciones y nadie puede decir que la Mónica lo o la atendió mal. Muchos funcionarios y funcionarias supieron que me iba y me han expresado tantas cosas bonitas… y sé que son de corazón, lo cual me emociona. Una siembra sin esperar recompensa”.
Myriam Prado Silva llegó a la UPLA gracias a su madre. En junio de 1983, un diario porteño publicó una nota sobre la construcción de un Jardín Infantil en la Academia Superior de Ciencias Pedagógicas, su mamá la leyó, se la comunicó y Myriam decidió probar suerte, por lo que el 1 de julio de ese año ya estaba trabajando en el jardín. Tiempo después, se trasladó a la oficina de Aranceles y de forma posterior trabajó en la Federación de Estudiantes, pero finalmente se asentó en la Dirección General de Desarrollo Estudiantil. “Soy feliz en la UPLA, la conozco como la palma de mi mano. Gracias querida y amada Universidad”, dijo con emoción.
Carlos Hernández Valenzuela, académico que se desempeñó por casi medio siglo en la Facultad de Educación, egresó como ayudante en el año 74 y desde ahí fue desarrollando su carrera: “Tuve la posibilidad de ocupar cargos importantes y cerré mi vida laboral como integrante de la Junta Directiva (una experiencia muy linda). La verdad es que la UPLA fue mi vida, ingresé siendo un muchacho de 18 años, me tocó vivir toda la etapa de la Universidad y aquí se educaron mis hijos. Lo único que siento es agradecimiento y que mi amor por la UPLA es inolvidable. Este momento es difícil, porque tengo sentimientos encontrados; no me quiero ir, pero tengo que hacerlo porque vienen nuevas generaciones. Quiero lo mejor para la institución y ojalá que ya no tengamos conflictos y podamos encontrar siempre el diálogo como una vía de solución. UPLA, te quiero mucho y estoy muy agradecido”, concluyó.