Conocimiento e inteligencia artificial

Profesor Gastón Gaete Coddou.

“El ser humano, en su devenir evolutivo ha tenido diversas fases en las cuales se fueron incorporando en su desarrollo intelectual experiencias de aprendizaje,  las que en palabras de Marqués y Sancho (1987) indican que “los individuos aprenden mediante un proceso de ensayo-error, hábilmente dirigido por medio de una serie de refuerzos positivos (o negativos) y la repetición pertinente”.

En atención a lo indicado y ampliando la definición de este concepto (experiencia), en el entender de Sofía Calvente (2017), este puede ser abordado desde dos perspectivas que,  respectivamente, las concibe y enumera al decir que “una de ellas consiste centralmente en restringir la experiencia a un tipo particular de percepciones, las impresiones de sensación. La otra pasa por concebirla como contenidos mentales conectados, fruto de la observación reiterada y prolongada a lo largo del tiempo”.

Desde otra perspectiva, Gadamer (1997) reflexiona al decir que la tradición científica desvaloriza la “experiencia” como método para establecer conocimiento. La relega a caracterizarla como solamente el inicio del verdadero conocimiento, ya que establece que “una experiencia será válida en la medida en que sea confirmable y, por eso mismo para la ciencia la dignidad de la experiencia radica en su reproducibilidad”.

Sea como sea, el entendimiento acerca de la experiencia se acepta que promueve el conocimiento que, en el saber de  Alavi y Leidner (2003), lo entiende como “la información que el individuo posee en su mente, personalizada y subjetiva, relacionada con hechos, procedimientos, conceptos, interpretaciones, ideas, observaciones, juicios y elementos que pueden ser o no útiles, precisos o estructurales”.

Asimismo, el autor Karl Wiig (1993) enunció que el conocimiento “consta de verdades y creencias, perspectivas y conceptos, juicios y expectativas, metodologías y saber cómo, y lo poseen los seres humanos, agentes y otras entidades activas y se usa para recibir información (datos, noticias y conocimientos), reconocerla, identificarla, analizarla, interpretarla y evaluarla; sintetizarla y decidir; planificar, implementar, monitorizar y adaptar; es decir, actuar más o menos inteligentemente. En otros términos, el conocimiento se usa para determinar que significa una situación específica y cómo manejarla”.

En atención a lo indicado,  María Aurora Martínez Rey (2010) mencionó que los conocimientos “no sólo han desplazado a los recursos naturales y energéticos, a la mano de obra o al capital, como recurso más importante en los sistemas productivos actuales, sino que también, y esto es lo trascendental, reducen considerablemente la necesidad de esas entradas. Más aún, los conocimientos siempre provocaron ventajas competitivas que producen cambios, a veces muy profundos y duraderos en las sociedades”.

En otra concepción es dable entender que una sociedad con los debidos conocimientos acerca de su entorno y de cómo este varía y modifica por la dinámica de procesos naturales o antrópicos, lo que conduce a la adaptación al cambio para lo cual es interesante considerar la perspectiva de Harrison (2003), quien dice que para abordar el cambio y adaptarse a él, se deben explorar cuatro componentes clave: “1) conocer sus habilidades puede ayudar a construir sus fortalezas y a compensar sus debilidades, además de aumentar su habilidad de administrar el cambio; 2) conocer el territorio permite permanecer al día en las tendencias que impactan su situación, lo que ayudará a reconocer y adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para prosperar en tiempos difíciles; 3) hacer contacto con recursos externos e internos implica mantener una red de contactos y recursos personales y de organizaciones; la comunicación puede ayudar a mantenerse efectivo en tiempos de estrés y 4) determinar cuáles son las acciones persistentes y determinadas es esencial para ser próspero”.

En la actualidad, la cantidad de conocimiento acumulado ha dado paso a la búsqueda mediante un proceso reflexivo de diversos pareceres acerca de las circunstancias de la sociedad contemporánea y, este proceso multidisciplinario e intercultural, ha formulado modelos de aproximación y resolución de problemas que eran propios de un largo intercambio de experiencias y experimentaciones, que comenzaron a incorporar lentamente un concepto expuesto en la conferencia de Darmouth (1956) por el informático estadounidense John McCarthy (1927 – 2011), quien en esa histórica ocasión dio las primeras aproximaciones sobre la  Inteligencia Artificial, tema apasionante y complejo, que será abordado en un venidero análisis sobre sus alcances y efectos”.

 

***Gastón Gaete Coddou,  geógrafo y académico de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, Universidad de Playa Ancha.

Columna de opinión publicada en diario El Trabajo de San Felipe, el miércoles 14 de junio de 2023.

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