En los últimos 30 años el mundo ha comenzado a dar prioridad a los problemas vinculados al medio ambiente. Periódicamente se concretan asambleas globales buscando acuerdos en cuanto al cambio climático, biodiversidad y ecosistemas, desarrollo sostenible, protección de los océanos y gestión de residuos, entre otros, con la idea de proteger al entorno y la salud de las personas.
De hecho, nuestro país en los últimos años impulsó una compleja institucionalidad ambiental que se ha ido robusteciendo. Y en paralelo también se ha impulsado una renovada oferta educativa desde inicios del 2000.
“En cada región hay instituciones de educación superior que ofrecen formación en medioambiente, desde un nivel técnico hasta el profesional. Hay una oferta académica que se adecua a las demandas del país, hay un buen abanico de carreras”, sostiene la ingeniera Eva Soto, directora del Departamento de Medio Ambiente (DMA)* de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Playa Ancha. “Nuestra institucionalidad ambiental cada vez va a ir demandando un mayor número de estos profesionales, sobre todo con las distintas estrategias vinculadas al cambio climático”, precisa.
El amplio abanico de carreras medioambientales se puede ver en la tabla que acompaña esta nota, con sus datos clave como sueldos y empleabilidad promedio.
Nichos de trabajo
¿Qué atributos deben tener los alumnos que se inclinen por esta área? “Una buena base en matemáticas y ciencias básicas, como química y biología. El resto de las competencias, habilidades y destrezas las van a ir adquiriendo con los años”, asegura Soto.
“Lo que interesa es su compromiso y la pasión que tienen con el medioambiente, con la biodiversidad, con el cuidado y protección de especies, y también con el potencial buen uso de las normas ambientales existentes. La mayoría de nuestros estudiantes proviene de zonas de sacrificio altamente contaminadas, por lo que tienen un compromiso casi personal y familiar de estudiar medioambiente”, afirma.
¿Cómo anda el mercado laboral para estos profesionales? Hay grandes nichos de trabajo, responde Soto: “Principalmente en gestión ambiental, gestión de residuos, cambio climático y energías renovables. Las empresas y las instituciones públicas están constantemente haciendo llamados”.
Una de las carreras que destaca dentro de la universidad es la Ingeniería Civil Ambiental. “Es una carrera civil de cinco años. Tiene énfasis en recursos naturales, gestión ambiental, evaluaciones de impacto ambiental, procesos industriales y en energía renovables”, describe.
La experiencia suma
Gustavo Muñoz (30), ingeniero ambiental de la Universidad de Playa Ancha, conoció la carrera a través de una charla que le hicieron en el colegio. Le gustó y no dudó en matricularse. “Es difícil cursarla: tiene la dificultad de ser una carrera de base científica. Los ramos más complejos son cálculo I, II y III”, detalla.
“El mercado laboral de los ingenieros ambientales es muy amplio: se puede trabajar en el sector público, en empresas, industrias de energía y hasta en hospitales y clínicas. Los primeros años son complejos para buscar trabajo; después del año de experiencia se vuelve más fácil”, proyecta.
Hoy Muñoz trabaja tramitando proyectos ante el SEIA en una consultora energética y gestiona medidas de compensación ambiental.
* Fuente: noticia publicada en Las Últimas Noticias, lunes 3 de enero de 2023. En realidad, Eva Soto es actualmente directora del Departamento de Ciencias de la Ingeniería para la Sostenibilidad.