
“El legado patrimonial tangible e intangible que exhibe y demuestra la urbe potosina es de innegable valor y reconocimiento a nivel nacional e internacional. Respecto del uso de estos recursos, el turismo, es una alternativa real, sustentable y sostenible, que ha posicionado a la Villa Imperial como un núcleo receptivo de envolvimiento y atracción de flujos de visitantes.
En cuanto a la variedad de argumentos propios de su pasado matérico e idiosincráticos, Potosí se plantea como una plataforma territorial que se comporta como un destino turístico, dado que los servicios asociados a la atención a los turistas son variados y adecuados para las necesidades de estos, aunque la densificación y heterogeneidad de las prestaciones están concentradas principalmente en el casco histórico para ir disgregándose hacia la periferia, situación que no solo es condición local, sino también de otros lugares a nivel mundial.
Ser destino turístico es una condición y responsabilidad que se ha consolidado con esfuerzo, visión y tenacidad por parte de diversos agentes territoriales potosinos que han impulsado una imagen a través del mercadeo que, en el presente, se ha masificado por la virtualidad de la redes sociales y otros portales de internet que han favorecido y ampliado la exposición y difusión de la oferta. Para el caso en cuestión, resulta tener buena representatividad, no olvidando que es necesario que los diversos sectores de la actividad turística procuren constantemente establecer y revisar estándares comunes de asistencia y ayuda a las personas externas, quienes en su estadía precisan acceder a diversos establecimientos en los que los servicios deberían tener una calidad homogénea de buen nivel y categoría que impactarán favorablemente en la percepción del afuerino, que al ser bien atendido y acogido en su estadía, promoverá a Potosí como un destino turístico basado en múltiples y positivos indicadores propios de la permanencia vivida, distinguiéndose entre estos antecedentes la seguridad, condiciones sociosanitarias y la conectividad con otros atractivos de la periferia rural como son las haciendas ubicadas a la entrada de fértiles y pintorescos valles que circundan la ciudad.
En cuanto al legado cultural intangible tanto la ciudad como la comuna homónima son un crisol de sincretismo que promueve y construye un paisaje cuyas imágenes propias de fusiones ancestrales con otras tradiciones, son encomiables experiencias vitales que al presenciarlas y participar en estas atesoran un recuerdo imperecedero en la memoria del asistente foráneo y, asimismo, la inclusión de ellos en estos festejos son una demostración de acogida de las comunidades hacia el turista.
Otra fortaleza a destacar es la trascendencia que para la corporación edilicia local significa el turismo, hecho que se expuso en el pasado mes de septiembre, tiempo en que se dio a conocer a los ojos del mundo una mixtura de actividades en la que destacaron conferencias de expertos, novedosas formas de conocer la historia y geografía potosina como son las esquinas con historia, en cuya puesta en escena destacaron los estudiantes de la carrera de Turismo de la Universidad Autónoma Tomás Frías, quienes vestidos a la usanza de la época explicaron a los transeúntes con detallismo y personalidad el porqué de tal o cual intersección de calles.
En opinión profesional de quien suscribe esta columna, lo indicado es un acontecimiento valioso, interesante y un referente de unión entre organismos público-estatales y privados en pro de fomentar e impulsar el saber de los aconteceres del pasado potosino y asentar los sentimientos territoriales de esta noble y envolvente ciudad”.
***Gastón Gaete Coddou, geógrafo y académico de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, Universidad de Playa Ancha.
Columna de opinión publicada en diario El Potosí, Bolivia, el miércoles 27 de octubre de 2021