Pablo Valencia: “El teatro es un trabajo de detalle sobre detalle, que está en constante proceso”

Fuente: El Mercurio de Valparaíso, página 38, publicado el 10 de septiembre de 2010.

A los 22 años y en camino a licenciarse, el estudiante de Teatro de la Universidad de Playa Ancha, Pablo Valencia Fernández, es uno de los nueve seleccionados -en su caso por segunda vez en tres años- en el Festival Humberto Duvauchelle, que se realizará en octubre en las salas de la Facultad de Arte de esa casa de estudios.

El certamen convoca a estudiantes de artes escénicas de las diferentes escuelas de Teatro de la Región de Valparaíso interesados en crear sus propias obras en pequeño formato y presentarlas ante un jurado y público masivo, y en él pueden participar tanto alumnos como profesores, ayudantes y tesistas de las carreras de esta disciplina.

Lenguaje del absurdo

El joven dramaturgo participó en la versión 2015 con “El quehacer de los caídos”, una obra enfocada en la historia de tres personas que se precipitan al fondo de una alcantarilla en la cual se pierden e intentan buscar una respuesta y una salida a su situación cuestionando la vida, la muerte, la memoria y las creencias.

En la Sexta Versión del Festival Duvauchelle -que premia al mejor montaje, mejor dramaturgia, mejor director, mejor actor/actriz, diseño integral y premio del público- Valencia opta por una creación del teatro del absurdo y junto a la compañía Retumba presenta “Un gnomo amarillo”, en la que además se representa a sí mismo en el rol del director.

“Siento que aprendí cómo manejar un poco más la acción, ese elemento fundamental que tiene esta área artística”.

La define como “una obra inacabada que intenta apuntar a diversas direcciones sin llegar a concretizar ninguna”. Y agrega que es “la torpe burla de un arte que busca innovar y seducir al público desinteresado en la práctica artística, y si no, caer en el más ridículo discurso vulgar, trillado, político y literal. De modo que en las diferentes situaciones absurdamente metafóricas que conforman la obra, van develando destellos de problemas sociales, humanos y artísticos”

Comunicación y cariño

– ¿Qué área de las artes escénicas es la que más te cautiva?

– Considero que todas las áreas del teatro poseen ese gusto, placer y encanto que seducen al ejecutor, por lo que hasta el momento se me hace muy difícil elegir, sobre todo en este caso, debido a que es una obra que tuve que escribir para posteriormente dirigirla con una propuesta de dirección que determine una hipótesis de la puesta en escena. Además, debo de cierta manera “actuar” al tener que interpretar al director, un personaje dentro de la misma obra.

– ¿Qué significación tiene haber seleccionado por segunda vez al Festival Duvauchelle y qué aprendizaje hiciste de tu anterior participación en el certamen?

– De mi participación del 2015 y la que realizo este año, puedo expresar que es esencial la comunicación con la gente con quien se trabaja, el cariño por lo que uno hace, la disciplina y constancia que significa dedicarse a esto con la intención de defender un mensaje que se encuentra en el determinado contexto del convivio, ese significativo acto presente de encontrarse con otra persona en un mismo tiempo espacio. Siento que aprendí cómo manejar un poco más la acción, ese elemento fundamental que tiene esta área artística.

– ¿Por qué transitas desde una obra como “El quehacer de los caídos” que se cuestiona los factores y circunstancias de la supervivencia a una pieza del teatro del absurdo?

– Porque de cierto modo las dos comparten un mismo elemento característico. Las dos poseen un camino hacia la existencia y los problemas humanos, el conflicto, que en el caso del absurdo posee una máscara de sorpresa, impacto y ambigüedad que cuando uno se encuentra lo sufrientemente abierto a observar y a sentir por sobre el pensar o cuestionar, su efecto te puede atravesar de una u otra forma. Por otra parte, los acontecimientos de la participación del año 2015 y las vivencias dentro del mundo teatral, me dieron el impulso de vomitar un intento de burla a lo que me rodea, te rodea, les rodea y nos rodea.

Todo puede ser mejor

-¿Cuáles son tus expectativas respecto del Gnomo Amarillo?

– Uufff, el mejor resultado que el tiempo de desarrollo que se nos otorgó pueda generar, ya que toda obra puede ser mejor. Creo que el teatro es un trabajo de detalle por sobre detalle, que puede estar en constante proceso. Y bueno, del Gnomo Amarillo, espero que se quede calladito viendo la obra mágicamente feliz.

Fuente: El Mercurio de Valparaíso, página 38, publicado el 10 de septiembre de 2010.

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