Agradecido, contento y con la energía de quien vive la experiencia de una pasantía de seis meses en una universidad europea, llegó Luis Felipe Cabrera, estudiante de cuarto año de Pedagogía en Educación Física de la Universidad de Playa Ancha.
La Universidad de Zaragoza, con la cual nuestra casa de estudios mantiene un convenio de cooperación, recibió en enero al estudiante chileno, en su campus de Huesca donde se ubica la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte.
En su estada, Cabrera cursó ramos de Procedimiento y Técnicas de la Actividad Física, Actividades en la Naturaleza (enfocadas a la montaña por estar cerca de Los Pirineos), Organización de la Actividad Física (en español/ inglés) y Expresión Corporal mención danza.
A sus 21 años y el primero de su carrera en estudiar en la mencionada universidad española, compartió con norteamericanos, brasileños, mexicanos, franceses, italianos, noruegos, alemanes, finlandeses y árabes. Amplió horizontes de conocimiento y amistad que contó en entrevista.
¿Cómo fue tu inserción en la Universidad de Zaragoza?
“El progreso de mi inserción y sociabilización fue bien rápido. La ventaja de hablar el mismo idioma fue fundamental. Facilitó el poder intercambiar ideas con mis compañeros de clases y de departamento, así como moverme en la ciudad”.
¿La relación profesor- estudiante es distinta a la de la UPLA?
“Es muy cercana, parecida a como se da acá. Uno puede ir al despacho del profesor, conversar con él, plantearle una problemática o hablar con ellos en el pasillo sin ninguna dificultad”.
Antes de viajar señalaste que querías encontrar un enfoque científico de la actividad física, que complementara tu formación. ¿Lo conseguiste?
“El enfoque científico quizá no lo encontré como lo esperaba. A mí me interesa el aspecto biomecánico y la fisiología como áreas de investigación, que en los ramos que estudié no lo vi tanto. Pero asistí a congresos en la misma universidad y pude avanzar en ello. Además, la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte tiene una sala de biomecánica muy avanzada, y otra de evaluación fisiológica con máquinas de mucha complejidad que están nuevas y aún no tienen personal capacitado para manejarlas. Los congresos en los que participé eran prácticos y gracias a ellos tuve la oportunidad de ir a esas salas con un profesor”.
“Me sentí preparado”
La formación que has recibido en la UPLA, de qué manera te sirvió para plantearte en un escenario europeo.
“Debo reconocer que los profesores que tenemos en la UPLA levantan mucho nuestra universidad. Me sentí preparado, íntegro en contenidos y con capacidad de aportar en clases. Me sentí muy fuerte en el área de fisiología y anatomía, ramos que en la UPLA son impartidos por profesores de mucha trayectoria. Hasta me sentí superior a mis compañeros. Pero en deporte estuve más débil, porque nosotros tenemos otro enfoque. El nuestro es la formación pedagógica y las disciplinas que vemos son las aplicables al área de la educación escolar. Allá ellos estudian para sacar la licenciatura en deporte, y salir como expertos en actividades físico-deportivas. Entonces conocí y practiqué deportes relacionados con su entorno natural como montañismo, escalada y trekking, que se realizan en Los Pirineos. También hice navegación a vela, windsurf y kayak, que se practican en lago, porque no hay mar cerca como en Valparaíso”.
¿En qué medida te ayudaron las prácticas VISE I y II en las asignaturas que tomaste?
“Me ayudaron mucho en el manejo de grupos de personas. Me sentía con más habilidades que el resto de mis compañeros. Cuando uno hace VISE en los colegios de Valparaíso, en ocasiones tienes que hacer cosas para las cuales no estás preparado, como por ejemplo, manejar grupos de 30 ó 40 niños, y con la práctica se aprende. En España me tocó realizar actividades grupales de 20 personas y lo manejé sin problema”.
¿Y con respecto al sistema de evaluación en la Universidad de Zaragoza, qué puedes mencionar?
“El sistema de evaluación es más exigente, porque si rindes tres pruebas debes aprobarlas todas para aprobar la asignatura completa. Acá si en una prueba te fue mal, sabes que en la segunda evaluación puedes repuntar. En ese sentido es sistema español te obliga a fortalecer las debilidades”.
Atreverse y aprender
¿Cómo te fue con el ramo de expresión corporal?
“Practiqué danza como asignatura artístico-valórico. Fue muy entretenido. La danza en Chile es un poco tabú para los hombres y se tiende a relacionar su práctica con el sexo femenino. En Europa son más evolucionados y eso no es tema. Uno aprende mucho a conocerse, porque me atreví a hacer algo que no imaginaba realizar”.
¿Y tuviste la oportunidad de vincularte con la comunidad a través de actividades de la universidad?
“Sí, en el ramo de Organización de la Actividad Física, que se hacía en inglés, participamos con un stand de la carrera en una corrida de 10 kilómetros en el centro de la ciudad, en el que entregábamos información de vida saludable, dinamometría, tablas de IMC. Como llegaban muchos extranjeros, les hablé en inglés, por lo que aprendí mucho”.
¿Recomendarías esta experiencia a tus compañeros?
“Es absolutamente recomendable vivir esta experiencia, uno aprende a conocerse, a tomar decisiones con certezas, por lo que motivo a mis compañeros a que busquen las alternativas dentro de la universidad, porque existen, y si uno se propone hacer algo, como yo me lo propuse, se puede. En ese sentido estoy muy agradecido de Convenio de Desempeño en Formación de Profesores que me otorgó la beca de movilidad estudiantil y permitió mi estada en España, sin que me faltara nada”.