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El reconocido especialista en bioética, Dr. Fernando Lolas Stepke, inauguró el Año Académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha.
Para la decana Mirta Crovetto Mattasi fue un honor contar con la presencia del máximo exponente en el área en Chile, que además le permitió a los estudiantes y al cuerpo académico “analizar, reflexionar, criticar, pensar y repensar como nosotros dentro de esta sociedad tenemos que tener cierto nivel valórico que nos permita atender con dignidad a las personas. Aspecto fundamental en la formación de nuestros profesionales”, acotó la autoridad.
El Dr. Lolas, director del Centro Interdisciplinario de Estudios en Bioética de la Universidad de Chile y del Programa de Ética Global del Instituto de Estudios Internacionales, dividió su exposición en tres ámbitos: cómo surge el concepto de bioética, modos de trabajo en el campo de la investigación, y finalmente en qué consiste ser un profesional.
Para empezar Lolas hizo mención de casos de investigación científica durante la primera guerra mundial y postguerra que no contaron con el consentimiento de los pacientes, sin embargo se les entregaba incentivos para estudiarlos sin que ellos tuvieran un cabal conocimiento sobre los procedimientos a los que eran sometidos.
Uno de esos casos salió a la luz pública en 1972 a través de un reportaje de un periodista norteamericano, lo que generó un precedente en el Parlamento. En ese contexto, el Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos en 1979 elaboró el informe Belmont titulado “Principios éticos y pautas para la protección de los seres humanos en la investigación”.
A partir de este documento se establece un antes y un después en el campo de la ética médica y se definen tres principios éticos fundamentales para la acción médica e investigativa: Beneficencia, Justicia y Respeto a las personas protegiendo su autonomía y teniendo en cuenta el consentimiento informado.
“La idea de estos principios es una especie de regla que se vincula con los valores universales que dan sentido a la vida y a las normas de conducta que debe tener un profesional”, explicó el Médico Psiquiatra.
En este último plano el Dr. Lolas se refirió a los momentos deontológicos que debe asumir el profesional frente a individuos o grupos de personas con distintas creencias o convicciones y que se ven enfrentados, por ejemplo, respecto a un determinado procedimiento médico.
En esos casos, sugirió, el profesional debe velar por que las consecuencias de estas decisiones no vayan en desmedro de las personas. “Por tanto, la bioética se puede entender como una forma dialógica que te permite resolver problemas morales frente a la ciencia y la tecnología”.
Posteriormente, explicó en qué consiste ser un profesional. Para él, las profesiones son una respuesta institucional a una demanda social que se paga en dinero, prestigio, poder y amor.
Son esos factores los que determinan las diferencias entre una y otra profesión que hace que sean algunas más reconocidas por la sociedad por sobre otras.
Destacó además que el ser profesional se caracteriza por ser un grupo estructurado que procura distinguirse del resto a través de uniformes o por su tipo de formación académica; que defiende su identidad y que tiene tres tipos de personas: las que piensan y reflexionan; los defensores de límites y las que trabajan.
“Este tipo personas existen en toda profesión, cada una es importante en el campo laboral, pero lo es aún más la forma en la que se desempeñan teniendo siempre a la vista los principios fundamentales de beneficencia, justicia y respeto por las personas”, concluyó.
