Son escasos los estudios en Chile sobre la relación entre glaciares y fiordos, sin embargo un grupo de investigadores de la Universidad de Magallanes desarrolló el proyecto “Patterns in benthic communities off the Marinelli glacier (Darwin Ice Field, South Chile: Response to glacier retreat?” (FONDECYT 11090208).
La iniciativa, dirigida por el Dr. Américo Montiel, del Instituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes, tuvo por objeto conocer el efecto del derretimiento de los glaciares en las comunidades del fondo marino, para lo cual realizaron entre 2010 y 2012 varias campañas estacionales en el Seno Gallegos, un fiordo glacial subantártico, ubicado en los Campos de Hielo de Cordillera Darwin, en la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.
Durante las campañas de mediciones y obtención de muestras, los especialistas midieron las propiedades de la columna de agua, definida como la masa de agua que va desde la superficie hasta el fondo, incluyendo temperatura, salinidad, oxigeno disuelto, clorofila y sedimentos en suspensión, entre otros componentes. Fueron estos datos los que analizó el Dr. Julio Salcedo-Castro, investigador del Centro de Estudios Avanzados (CEA) de la Universidad de Playa Ancha, en conjunto con investigadores de la Universidad de Magallanes, y que se tradujeron en el artículo “Influence of a Glacier Melting Cycle on the seasonal hydrographic conditions and sediment flux in a subantarctic glacial fjord”.
Dicho manuscrito fue publicado por la revista Estuaries and Coasts, una de las principales publicaciones de su área y que está rankeada dentro del cuartil 1, de acuerdo a su factor de impacto en el área de Marine and Freshwater Biology. El artículo evalúa los datos arrojados por la medición estacional (invierno, otoño, primavera y verano) en el fiordo glacial subantártico Seno Gallego, localizado en una zona muy productiva, desde el punto de vista de la pesca artesanal, y de alto interés turístico.
“Este es un fiordo de tipo glacial, por lo que tiene la particularidad de estar fuertemente determinado por las condiciones meteorológicas que inciden en el derretimiento del glaciar, asociado a la variación estacional de la temperatura del aire específicamente”, explicó el Dr. Salcedo. A pesar de estar en una zona de alta pluviosidad, la presencia de la Cordillera de Darwin hace que este factor sea menos relevante.
El investigador del CEA añadió que “en Chile y otros países se observa que muchos glaciares están avanzando más rápidamente durante los últimos años, lo cual estaría asociado al cambio climático. Al avanzar rápidamente un glaciar y derretirse más rápido de lo habitual, se produce un efecto en todo el fiordo y en las comunidades marinas, por lo que es importante registrar y ver qué sucede, por ejemplo, si la salinidad del agua disminuye y aumenta la descarga de sedimento, producto del derretimiento del hielo”.
Frente al derretimiento de los glaciares planteó que éstos movilizan mucho sedimento, el cual debería influir en la distribución de los organismos. “Cerca de un glaciar hay una serie de organismos que están adaptados a una descarga de sedimentos mayor, mientras que otras comunidades localizadas más lejos del glaciar no están tan adaptadas. Si se derrite mucho más rápido un glaciar, debería haber una perturbación gradual, pero eso es lo que no se sabe, en Chile recién se está comenzando a estudiar con más detalle esa interacción entre la oceanografía y los glaciares”, concluyó.
INVESTIGACIÓN EN CURSO: EVENTOS EXTREMOS EN EL PACÍFICO
Continuando con la línea de investigación en torno al cambio climático, el Dr. Julio Salcedo trabaja actualmente en investigar cómo ha evolucionado la ocurrencia de “eventos extremos” como marejadas en la costa chilena, por una parte, y por otro ver cómo han cambiado las características del anticiclón del Pacífico a través del tiempo. Para ello estudia una base de datos de reanálisis, que data de 1948 a la fecha, que le permitirá determinar también la circulación superficial del océano y la surgencia costera (ascenso de agua rica en nutrientes), que está relacionada con el viento que hace que el agua superficial se adentre en el océano y ascienda el agua más fría que es rica en nutrientes y que sostiene mucha pesquería en la zona norte y centro de Chile.
En rasgos generales, explica el investigador CEA, se quiere estudiar “cómo ha evolucionado la circulación superficial que está moderada por este anticiclón, por el sistema de vientos y ver si eso está evolucionando de alguna determinada manera o no. Para así ver cómo este fenómeno podría afectar a la pesquería industrial del norte y centro del país”.
Una próxima etapa consistirá en una proyección a largo plazo que establecerá una determinada tendencia en los próximos 10 o 50 años. Para esto se utilizarán los resultados obtenidos de los modelos climáticos que permiten proyectar escenarios probables de aquí al 2100, de acuerdo a las estimaciones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático. En base a esos modelos numéricos es posible tomar esas proyecciones y aplicarlas en modelos numéricos oceanográficos para evaluar, por ejemplo, la intensificación o el debilitamiento de la surgencia costera, adelantó el Dr. Salcedo.