Con una mediana de recuperación del 25%, los pacientes del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Carlos van Buren demostraron mejoras significativas según el estudio realizado por el kinesiólogo clínico y académico de la Universidad de Playa Ancha, Cristian Cortés, Intervención ambulatoria basada en categorización por complejidad en neurorehabilitación (2023).

Atendiendo las limitaciones demográficas, operativas y de recursos en rehabilitación neurológica, el Hospital Carlos van Buren incorporó el año 2018 una modalidad de atención individualizada, con educación al paciente y su red de apoyo, para potenciar la rehabilitación continua.

“La rehabilitación en el entorno hospitalario es un modelo que está bien establecido, pero al momento de salir del hospital e irse a casa, todo queda en manos de la red de apoyo que puedan tener los pacientes”, expresa Cristián Cortés, profesional que por ocho años se desempeñó en el Hospital van Buren, “la intervención dirigida a los familiares, en ese sentido, es primordial porque son ellos quienes acompañarán al paciente que requiere y no puede asistir todos los días al centro hospitalario”.

De esa manera, en función del modelo de atención aplicado en 2018, el equipo conformado por el académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UPLA, Cristián Cortés, la jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Carlos van Buren, Azucena Salvatierra, y el académico de la Universidad de Valparaíso, Cristian Papuzinski, realizó un análisis retrospectivo de los datos obtenidos a partir de la atención anual de 34 pacientes.

Todos los pacientes presentaron mejorías

Midiendo los niveles funcionales, de movilidad y equilibrio de los pacientes atendidos por el programa de rehabilitación, se determinó que los tres grupos de alta, mediana y baja complejidad presentaron mejorías con una mediana de recuperación del 25%. No obstante, el grupo intermedio registró un mayor índice de recuperación con un 83% de mejoría.

 

“Nos dimos cuenta que las personas que mejor respondieron al programa fueron las que estaban en un nivel medio de complejidad, es decir, personas que tenían ciertos niveles de compromiso, como la utilización de silla de ruedas, avanzaron a un nivel funcional para ponerse de pie e incluso caminar”.

En ese sentido, la recuperación fue observada mediante la reducción en la dependencia en las actividades de la vida diaria y la mejoría en su capacidad funcional, logrando una migración desde estadios de nivel cama a silla de ruedas, desde silla a bipedestación y de esta última a marcha.

La importancia de una atención temprana

Con un diagnóstico común de accidente cerebro vascular en los pacientes del estudio, el investigador y especialista en neurorehabilitación destaca la importancia de una intervención temprana ante una lesión cerebral.

“Cuanto antes comience la intervención y la rehabilitación, mejores resultados tendremos. Existe una ventana terapéutica donde se observa un máximo potencial de recuperación funcional que es máxima en los períodos iniciales tras la lesión y que comienza a decrecer después de los seis meses”.

Por eso, las derivaciones son cruciales para el investigador que refuerza el impacto positivo del modelo empleado por el servicio público, “ya que a la vez que permite el acceso temprano a la rehabilitación, también entrega fluidez en las listas de espera”.

Observaciones en terreno

“El programa tuvo un importante elemento educacional donde el paciente y los familiares recibían entrenamiento en cada sesión, entonces las personas que tuvieron alta adherencia al programa mostraron cambios importantes, cuestión que motivaba aún más la continuidad del tratamiento”, dice el académico del Departamento de Salud, Comunidad y Gestión que formó parte del equipo tras la rehabilitación.

Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, Hospital Carlos van Buren

“Con esta investigación comprobamos que podemos innovar en los modelos de atención en salud, podemos elaborar propuestas y ver cuál es el impacto que tiene en las personas, lo que nos permite optimizar recursos y usarlos de la mejor manera. En definitiva, podemos replantearnos los procesos y tomar decisiones clínicas que, a través de adaptaciones, resuelvan las necesidades particulares de las comunidades de Valparaíso”.

Pin It on Pinterest

Share This