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Fomenta la exploración de forma natural y lúdica, desarrolla la creatividad, genera relaciones constructivas con la tecnología y refuerza la autoestima. Estas son sólo algunos de los beneficios que conlleva el uso de la robótica en la sala de clases, y que se han observado en la Escuela Estado de Israel de Playa Ancha, donde un equipo de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad de Playa Ancha está implementando un taller a cerca de 30 niños y niñas de entre 4°, 5° y 6° básico.
La iniciativa es uno de los proyectos seleccionados de la Incubadora Universitaria de Procesos Cooperativos de la Upla -enmarcada en su política de Vinculación con el Medio y en el Convenio de Desempeño “Innovación social para el desarrollo territorial de Playa Ancha”- y responde a las necesidades manifestadas por la propia escuela, reconocida por tener un alto índice de vulnerabilidad (86,7%, según datos de Junaeb).
Aprender jugando
El académico responsable del proyecto es Juan Carlos Medina, del Departamento Disciplinario de Matemática y Estadística de la Upla, quien explica que “se busca desarrollar habilidades y destrezas en los niños que les permita ver la matemática desde otro punto de vista. Ellos van trabajando conceptos matemáticos en algo que es concreto y real, porque el niño necesita lo concreto y lo abstracto”.
A su vez, Medina aclara que el taller considera recursos y dispositivos tecnológicos como el programa Scratch, ampliamente utilizado en la enseñanza de las ciencias; placas programables, y sensores para la captura de datos.
Es ese sentido, el taller no sólo contribuye en el aprendizaje de la matemática, sino también en otros aspectos relacionados con la formación escolar.
“Hemos ido viendo cómo los niños de a poquito han ido logrando trabajar en equipo. Lo que es muy importante. También, como tienen que leer antes de realizar las tareas asignadas, eso les permite desarrollar la comprensión. Y en el fondo, no llegar y ejecutar rápidamente, sino que pensar, buscar cuál es la mejor solución, y ahí llevarla a cabo”, comenta la directora de la Escuela Estado de Israel, Adriana Salazar Espinoza.
Fuente: La Estrella de Valparaíso, página 13, publicado el 18 de noviembre de 2017.
