“Los libros tienen su destino”

“Voy a tratar de explicar brevemente por qué esos libros están aquí” fue la frase con la que empezó su discurso el reconocido académico nacional e internacional, Dr. Luis Iñigo Madrigal, ex estudiante, ayudante y académico del Instituto Pedagógico al cual ingresó en 1958.

El Dr. Iñigo describió su periplo por diversas casas de estudios nacionales y extranjeras donde tuvo la oportunidad de enseñar, pero durante todos estos años dos cosas permanecieron constantes en su vida: “una, es la pasión por los libros, pasión culpable que, en algunos momentos, ha llegado a ser alarmante, pero que nunca ha descendido a los niveles del delito, pasión en la que han tenido que ver libreros y bibliotecarios y luego muchos otros que mantuvieron esa pasión”, explicó.

Y la otra, agregó, “es la sensación de que los años más plenos que viví fueron los que estuve en el Instituto Pedagógico. Esos años tan marcados por mis compañeros, después por mis alumnos, quienes algunos están aquí y también por mis profesores de los cuales quiero recordar especialmente a Juan Emilio Echevarría que fue director del pedagógico en 1958, el año de mi ingreso, al profesor Gastón Carrillo Herrera, amigo y gran maestro, quiero recordar a Ricardo Benavides Lillo, profesor de literatura española, personaje que marcó de otra manera que los anteriores nuestra juventud, quiero recordar a Cedomil Goic que fue mi maestro y que casi tiene 90 años”.

En la ceremonia de donación de libros también participó el rector de la UPLA, Patricio Sanhueza Vivanco, quien destacó que el hecho de que un notable académico done más de 50 cajas de libros con los que podríamos decir tiene casi una relación sentimental “es un acto de generosidad inmensa, es un tremendo desprendimiento, es como separar parte del cuerpo y entregarlo a esta noble institución. Serán un legado para que las futuras generaciones puedan aprender de esos libros y solazarse por lo que ellos contienen”.

La Directora del Sistema de Bibliotecas de la universidad, SIBUPLA, Carmen Gloria Arlegui expresó sus palabras de agradecimiento para este distinguido profesor y destacó su personalidad cálida y sencilla. “Se tomó el tiempo de separar y embalar perfectamente los libros y, además, nos señaló el contenido en las cajas pasamos un grato momento con él recordando a maestros y docentes emblemáticos de nuestra casa de estudios, regresamos con 55 cajas y con el corazón pleno, por eso, tenemos una promesa para usted: cautelar que salgan prontamente a circulación y que sean apreciados por muchos y también resguardarlos para deleite de futuras generaciones”, concluyó.

Finalmente, el Dr. Iñigo Madrigal dijo que las constantes antes señaladas: la pasión por los libros y el sentimiento de que el pedagógico tuvo en su vida, le han acompañado a lo largo de todo este periplo y están todavía presentes en mí, razón por lo cual estos libros están hoy aquí. “Hay una vieja frase latina que dice que los libros tienen su destino y que puede invocarse aquí. Estos libros pretenden devolver algo de lo que el pedagógico me dio y pretenden también, acaso, que el día de mañana algún joven alumno me recuerde como yo he recordado a mis profesores hoy”.

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